Mi valoración general de este curso de economía tiene
aspectos positivos y negativos, empezaré hablando del que más positivo me ha
parecido, el blog, para comentar después lo que no ha gustado.
El blog
Me parece una buena forma de compartir información, es una
red de conocimiento entre los alumnos que además, nos permite dar a conocer
nuestra opinión sobre cosas tan importantes como la valoración del curso y de
las clases. Este último aspecto me parecerá útil, siempre y cuando no entremos
en el terreno de la autocensura o busquemos complacer del profesor. Así que aplicándome
el cuento, ahí va todo lo demás.
Innovación y método
Cuando Paulo Freire empleó métodos de innovación para la
educación de adultos, tenía como objetivo su alfabetización. Me cuesta llegar a
entender el objetivo del proyecto de innovación educativa del profesor Carballo,
porque creo que ha estado vacío de contenido. Es como si un grupo de agricultores
inventasen un método revolucionario para sacar el máximo rendimiento a sus
cosechas con el mínimo trabajo, pero se olvidasen de hacer acopio de semillas.
Su método sería la envidia de los demás agricultores, pero tendrían que
alimentarse de las piedras. Tengo la sensación de no haber aprendido nada de
economía este semestre.
Puedo suponer que parte del método consistía en aprender a
trabajar en grupo, con las siguientes pautas: reunirse para discutir el tema,
repartirse el trabajo, volver a reunirse para discutir las fuentes, seguir
trabajando individualmente para luego mostrar el trabajo a los demás, completar
cada parte con las ideas de todos, replantearse el trabajo y los objetivos, volver
al punto inicial si es necesario y concluir en grupo para darle al trabajo un
sentido global. Bien, es un buen método, pero yo ya lo usaba antes de oír
hablar de innovación educativa. Otra cosa es que haya tiempo o interés por
completar correctamente todas las partes del proceso, pero eso ya es
responsabilidad de los grupos.
Misas, sermones y
dogmas
La otra parte del método, entendí que era la relación de
noticias a la que dedicábamos un día a la semana. He de decir que al principio
me motivó el tema y mostré interés, pero según fueron avanzando las semanas, las
clases de noticias fueron perdiendo para mí todo su sentido. Se dedicaba la
mayor parte del tiempo de la clase a los discursos del profesor Carballo, marcados
por un profundo sesgo ideológico, y por continuas generalizaciones y
atribuciones que, como estudiante de sociología, me producen cierta urticaria y
que creo que tienen poco valor desde el punto de vista académico. He echado en
falta un interés real del profesor Carballo por hacernos participar libremente
en la clase por medio de preguntas abiertas y debate, en lugar del
direccionamiento tan obvio que buscaba con sus discursos.
Aún así, he podido comprobar como la mayoría de los
compañeros con los que he hablado sobre el tema, están muy contentos con el
método y con no haber aprendido nada de economía este semestre -más allá de la
distorsión que puede producir el peloteo bloguero-, así que mi opinión al
respecto es sólo eso, mi opinión.
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