Un joven vigués puede ser condenado a tres años y medio de cárcel,
pena que solicita el fiscal, al haber sido detenido en mayo del 2011
con seis dosis de cocaína que, según aseguró en el juicio, eran para
consumir con un amigo durante una fiesta a la que iban a ir al día
siguiente.
El acusado dijo que la droga era para consumir en una fiesta a la que iba con sus amigos.
El acusado negó ante la Sala de la Sección Quinta de la
Audiencia siempre que la droga fuese para vender, algo que corroboraron
los dos amigos del imputado que testificaron en la vista y que
reafirmaron que en el momento de suceder los hechos eran consumidores
esporádicos.
La detención se produjo en mayo de 2011 en las proximidades de una discoteca de Beiramar, donde la Policía sorprendió al detenido en compañía de otro joven cuando se disponían a consumir una raya de cocaína. Los dos estaban en el interior de un coche donde los agentes encontraron una caja metálica con las seis dosis y otras bolsitas de plástico con resto de una sustancia que parecía a simple vista hachís, así como una cantidad de dinero en el salpicadero, por lo que dedujeron que se trataba de una transacción de drogas, procediendo a la detención del joven. Tanto el acompañante del arrestado como un tercer amigo que apareció más tarde en el lugar manifestaron ayer en la vista que no estaba vendiendo y que la droga era para una fiesta que iban a tener al día siguiente.
La detención se produjo en mayo de 2011 en las proximidades de una discoteca de Beiramar, donde la Policía sorprendió al detenido en compañía de otro joven cuando se disponían a consumir una raya de cocaína. Los dos estaban en el interior de un coche donde los agentes encontraron una caja metálica con las seis dosis y otras bolsitas de plástico con resto de una sustancia que parecía a simple vista hachís, así como una cantidad de dinero en el salpicadero, por lo que dedujeron que se trataba de una transacción de drogas, procediendo a la detención del joven. Tanto el acompañante del arrestado como un tercer amigo que apareció más tarde en el lugar manifestaron ayer en la vista que no estaba vendiendo y que la droga era para una fiesta que iban a tener al día siguiente.
Traigo aquí esta noticia por lo que me parece una evidente desproporción en las penas de este país. Fuese consumo propio o fuese trapicheo, no se entiende como pueden pedir tres años y medio por una cantidad que no superaba los tres gramos de droga.
Podríamos comparar su situación con la de Laureano Oubiña, que fue condenado a cuatro años de prisión por traficar con seis toneladas de hachís.
Puestos a comparar y entrando en el terreno de la bendita demagogia, diré que si hay que condenar por atentados contra la salud pública, habría que condenar a los miembros de este gobierno por dejar a inmigrantes sin papeles sin derecho a atención primaria sanitaria.
Si se condenase del mismo modo que al hombre de la noticia, a todos los que en este país se enriquecen ilicitamente, el pp y el psoe habrían desaparecido por falta de jugadores.
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